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El Gobierno de Ayuso oculta información crucial sobre el fallecimiento de un residente “perfectamente asistido” durante la pandemia | Noticias de Madrid | EL PAÍS

La Mesa de la Asamblea, dominada por el grupo popular de Isabel Díaz Ayuso, ha desestimado una solicitud del PSOE para obtener información crucial sobre la veracidad de un caso presentado por la presidenta hace dos semanas en el pleno del parlamento regional. Se trata de la carta enviada por “Raúl”, el hijo de “Felipe”, un anciano que falleció “perfectamente asistido y en paz” en una residencia de la Comunidad de Madrid durante los primeros días de la pandemia. Raúl calificó a Más Madrid de “partida de mercenarios” y de ser una “secta carente de ética” por utilizar contra Ayuso la cifra de 7.291, que representa el número de decesos en residencias de Madrid durante marzo y abril de 2020, y solicitó que se excluyera de esa cifra la muerte de su padre, según el texto que fue leído por la presidenta. Raúl envió su carta al servicio de atención ciudadana en línea, afirmando: “No tengo ningún inconveniente en hacer pública mi identidad”.

La diputada del PSOE Lorena Morales pidió conocer la fecha y la residencia donde falleció Felipe, datos que no especificaba el texto de Raúl, pero la Mesa lo ha rechazado porque se trata de un “objeto singularizado”, una causa de denegación que según un portavoz de la Asamblea significa que el asunto hace referencia a una persona concreta, es decir, supuestamente no es de trascendencia pública. El Reglamento del parlamento de Vallecas dice al respecto que no serán admitidas a trámite las preguntas “que se refieran expresamente a personas que no tengan una trascendencia pública en el ámbito de la Comunidad de Madrid”.

El Gobierno de Ayuso ha compartido con este periódico un PDF de dos páginas con el formulario online que rellenó Raúl, donde aparecen anonimizados campos personales como el DNI y los apellidos. El texto principal, de escasas 200 palabras, es el mismo que leyó Ayuso. La carta fue enviada el 24 de noviembre (la presidenta la leyó el 12 de diciembre) y entre los datos que aparecen ocultos está el teléfono. Un portavoz de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, la que controla a las residencias, no ha aclarado si alguien del Gobierno llamó a Raúl para comprobar su veracidad.